Matheus llegó cedido desde el Braga a finales de enero y, hasta ahora, se siente un hombre afortunado. "Estoy muy feliz de estar en este país y en este gran club. No solo yo, también mi esposa y mis hijos."
Su familia está conociendo poco a poco su nuevo hogar. "Sí, estamos tratando de aprender sobre la cultura del país y la ciudad, además de descubrir lugares interesantes", comentó el portero.
Clases de inglés
Mientras tanto, Matheus también está tomando clases de inglés tres veces por semana y progresa constantemente. "Lo entiendo, pero aún no puedo hablarlo. La conjugación de los verbos es un poco difícil. Espero dominarlo lo antes posible para poder comunicarme con mis compañeros en el vestuario. Eso sería genial."
El público de Ámsterdam conoció por primera vez a Matheus el domingo, y él entendió que la primera impresión es clave.
"Fue especial. Solo puedo agradecer a Dios, pero también a mis compañeros de equipo, como Remko y Jay, que me ayudan todos los días. Y, por supuesto, a los demás jugadores y miembros del cuerpo técnico. Sentir su apoyo y calidez en un día como este fue muy importante. Creo que eso me dio más confianza y seguridad."